AQUILES es consciente de que en Olimpo o tienes el poder de gobernar o la obligación de obedecer. Él, que ha nacido sin nada, lo sabe bien, y por eso cuando era niño juró que se abriría camino hasta el círculo íntimo de este nido de víboras llamado Olimpo. Ahora que se ha presentado la oportunidad, Aquiles y PATROCLO, su pareja, competirán en un torneo para conseguir el poder de la ciudad y la mano de Helena.
HELENA tiene una única opción para no ser un simple premio: entrar en el torneo e intentar ganar su propia mano en matrimonio. Por desgracia, hay quienes prefieren verla muerta antes que gobernando la ciudad. Las únicas personas en las que puede confiar son Aquiles y Patroclo. Pero ¿puede Helena realmente fiarse de sus intenciones cuando los tres sienten una atracción irrefrenable?